miércoles, 17 de febrero de 2010

Análisis de una fotografía


La fotografía que he escogido corresponde a una noticia publicada por el diario El País el pasado 3 de noviembre. El autor de la instantánea es Carles Francesc.

En el análisis denotativo, cabe señalar que el peso visual recae sobre la figura de la derecha, Antonio Clemente (nuevo secretario general del PP valenciano), quien mira a la cámara, y está más cerca del objetivo que la otra persona (Francisco Camps, presidente de la Generalitat), quien conversa con otra/s gente/s, alejado del fotógrafo. La imagen parece que no ha sufrido modificación alguna.

Análisis connotativo: Carles Francesc (fotógrafo de El País) ha pretendido -con acierto- reflejanr la situación actual de los personajes retratados, ambos políticos del Partido Popular. Y es que, en medio del "caso Gürtel", Camps "optó por nombrar como nuevo secretario general del PP a Antonio Clemente, hasta ahora vicepresidente primero de las Cortes y sin ningún peso en el seno del partido", como escribe Joaquín Ferrandis en El País. La representación visual es clara: Clemente, un tanto timorato (la inexperiencia), mira a la cámara, y es el objetivo -dado su nuevo cargo- de la misma, mientras que Camps, detrás, conversa, ajeno al fotógrafo. Da la sensación de que, incluso cuando su partido está salpicado por la corrupción, este Camps tiene la capacidad de nombrar, de ordenar, de elegir, de dirigir -como presidente de la Generalitat-, sin la necesidad de tener en cuenta lo que ciertas personas piensen.

La vida loca



Traigo a colación esta pieza que el grupo 5 editó, en clase, sobre el documental La vida loca.

La voz en off del documental es diáfana, pausada, no exenta de matices. Son reseñables las declaraciones incluidas del autor de La vida loca, C. Poveda, lo cual aporta veracidad a dicha voz en off. En todo momento, las imágenes se imbrican con el contenido (no cabalgan estos dos elementos por separado, forman un "todo").

Hay que destacar, también, la crítica que el grupo hace -valiéndose de la voz en off- de La vida loca:

Poveda nos adentra en la intimidad de los protagonistas, muestra duras imágenes, pero no aporta un sentido a tan sentida observación. Cabe preguntarse cómo se enfrenta a la sociedad ante este panorama, por qué se le ha permitido a las bandas tomar terreno... Interesante documento que falla algo como documental, dada la ausencia de explicaciones.

Por último, es significativo el empleo que el grupo hace, al término de la pieza, de una canción hip-hop combinada con imágenes en movimiento y un breve texto a modo de conclusión.

domingo, 7 de febrero de 2010

Otro paseo por los blogs de clase

Tras haber seguido los blogs de nuestros compañeros de clase, destacaré especialmente los siguientes, coincidiendo, por cierto, en gustos con los otros autores de este espacio, Esteban, Sergio y Emma:

Al otro lado de la pantalla: La lectura es sumamente ágil (tamaño grande de la letra), los temas son variopintos (prácticas obligatorias de clase, comentarios atinados de actualidad -reflexión sobre los arquetipos de las series televisivas-...) y actuales. El estilo, además, derrocha esquirlas de ironía. Lo cual se agradece en unos tiempos tan políticamente correctos.

Unstoppable Nonsense: "Llevaba bastante tiempo queriendo hablar sobre esta pelicula que vi hace ya tiempo pero que no puede comentar por: seleccione respuesta – A) Pereza. B) Falta de tiempo. C) Holgazanería. D) Todas las anteriores." Así comienza una de sus entradas el autor de este blog. Una atractiva honestidad brutal. Aparte del estilo, el diseño está cuidado, aunque yo pondría, eso sí, una pega al tamaño de la letra (pequeña), que no favorece -y ahora soy yo el que derrocha honestidad- el visionado rápido. Algo fundamental en un blog.

Zoon Mediatikon: Se trata de un blog que trata no pocos de temas de actualidad (la "esperada" Ley Audiovisual, la "baja efectividad" de la publicidad televisiva, las últimas novedades de Facebook...) sin caer en la monotonía.

Fuente de la imagen: Bloggers y Blogs.

Resumen

a

EDUCOMUNICACIÓN Y CONCIENCIA SOCIAL


El educomunicador y creador audiovisual Jordi Torrent y el ex presidente del World Council for Media Education y actualmente Director del Máster “Comunicación y Educación en la Red” de la UNED, Robertio Aparici, hablan sobre el posible origen, significado, alcance y perspectivas de futuro de la educomunicación en el artículo “Educación: Participación Ciudadana y Creatividad”. Como aportación a la práctica voluntaria que había propuesta para los alumnos de clase, a continuación ofrezco un comentario y una pequeña y humilde reflexión al respecto.

Los medios de comunicación han sido tradicionalmente unidireccionales, los poseedores de voz, aquellos que tienen la verdad y a los que prácticamente no se les ha podido rechistar nada. Pero todos deberíamos de ser bien conscientes de que en este mundo no hay una única verdad para todas las cosas. Cualquier información que puedan recibir nuestros ojos u oídos debería de ser al menos cuestionada como parte de la verdad absoluta. Los medios de comunicación nos crean una realidad, una especie Matrix (exagerándolo un poco) que supuestamente nos tenemos que creer y en el que los países del norte dominan a los del sur, en especial el modelo anglosajón frente a todo lo demás. Estos son los que hacen que nuestras representaciones del mundo y también nuestros esquemas mentales estén basados en lo que ellos nos han dado siempre a entender, ya que desde que éramos unos críos prácticamente sin raciocinio alguno, nos lo han inculcado día a día a base de imágenes, creencias, mensajes y ante todo aspectos emocionales.

Según comentan Jordi Torrent y Roberto Aparici ya desde los años 60 del siglo XX ya se podían ver precedentes de lo que hoy en día se conoce como educomunicación, un tipo de educación que pretende hacer frente a todo esto, unos métodos para que el ciudadano entienda cómo debe de entender la información, atendiendo a aspectos mucho más profundos y mucho más alejados de la emoción que le inculcan los medios de comunicación a cualquier recurso afectivo de los que hace despertar la sensibilidad humana. Pero la imposición de este tipo de educación en las escuelas ha estado siempre bastante lejos de poder consolidarse en algún país. En España, por ejemplo, la educominucación no forma parte de la educación del país ya que no se ha incluido en la nueva Ley de Educación. En Estados Unidos parece que se atiende algo más a la cuestión, pero lo cierto es que no hay un Plan Nacional que la considere, por lo que tampoco se la termina de tener en cuenta.

No obstante, es posible que nos encontremos en el contexto más apropiado para la puesta en marcha de diversas estrategias que la puedan hacer al fin reflotar. Nos encontramos en un cambio de paradigma tecnológico en lo que todo tiende a digitalizarse en lo que muchos llaman ‘convergencia digital’, y ahora es mucho más difícil contener las voces de unos ciudadanos que tienen derecho a reclamar lo suyo y lo de los demás. Es ahora cuando empieza a ser posible el poner en entredicho lo que dicen los supuestos medios dominantes, aquellos cuya propiedad está cada vez concentrada en un pequeño número de personas, y que se aprovechan de los procesos de sinergias para poder ejercer su poder sobre la población, un poder que controla mentes y que por tanto es mucho más efectivo que cualquier otro. La bidireccionalidad de los nuevos medios digitales puede ser desarrollada y explotada a merced de los ciudadanos, y no es imposible que quienes siempre hemos sido un rebaño dirigido por una minoría de personas ahora podamos crecer y equilibrar la balanza a partes iguales.

Quizá sea este el momento de ir más allá de las versiones oficiales de las cosas y descubrir qué es lo que hay detrás de todo esto. Si durante las últimas décadas ha tenido lugar el desarrollo de las democracias y del pluralismo, estos nunca podrán de terminar de consolidarse si la educomunicación no se desarrolla y se inculca en la mente de todas las personas desde el inicio de sus vidas.

Pero a pesar de lo que puedan decir Torrent y Aparici sobre la educación al respecto de los medios de comunicación y la influencia de sus mensajes en nuestros esquemas mentales, quizá convendría añadirle otra importante perspectiva a la cuestión: ¿Está la gente preparada para sufrir estos cambios? La diminuta porción de mundo que conozco está basada en un grupo de personas que no quiere aceptar las realidades, que tienen miedo de quedarse solas y que son capaces de afirmar cuestiones con las que interiormente están en desacuerdo sólo por formar parte de un grupo social y poder sobrevivir.

Esto podría interpretarse como una especie de aceptación de aquello que se nos muestra aun cuando no termina del ser todo cierto porque es lo que crea una conciencia común, lo que hace moverse a todos en una única dirección. Esto evidentemente no tendrá efectos positivos para aquellas personas que se ven directamente perjudicadas, ya sea por ejemplo una minoría étnica poco rentable para los medios de comunicación o bien algo de mayores magnitudes y con otro tipo de intereses como el hecho de reflejar la vida de diversos países orientales a golpe de látigo y salvajismo. Pero vayamos más allá de lo políticamente correcto y aceptemos que esto desgraciadamente a la mayoría de la población le da igual, que son felices en su propio engaño y que poco se van a mover por sus derechos mientras sigan viviendo en un mundo de fantasía e ilusiones.

La aplicación de la educomunicación al sistema educativo podría suponer un gran paso para el desarrollo de la sociedad y la pluralidad, pero quizá hubiera que dar otros pasos antes. Habría que ir a cuestiones mucho más profundas, cuestiones que parten de la psicología y la sociología para cambiar las formas de pensar de tantas y tantas personas. Activar la educomunicación, así sin más, sería una medida muy tajante y casi comparable a la decirle a un niño pequeño que los reyes magos no existen, pues antes habría que concienciar a la población de otros muchos aspectos.


E. Pérez Sánchez

LOS BLOGS DE CLASE




Tras haberme dado un paseo virtual por todos los blogs de los compañeros de clase, he de decir que he tenido muy buenas impresiones al respecto. En clase hay mucha gente escondida que puede tener un buen porvenir en el mundo del periodismo y creo que si tras la finalización de este cuatrimestre continúan alimentando sus blogs, pueden llegar a hacer algo grande de ellos.


A continuación me limito a comentar a algunos de los blogs que más me han llamado la atención, no obstante quiero que quede claro que no pretendo hacer ninguna clasificación o diferenciación sobre los mismos. Todos somos compañeros de clase y yo creo que a estas alturas de la vida es evidente que no todos nos encontramos en la misma situación personal, académica o laboral para dedicarle más o menos tiempo al tratamiento del blog, así pues yo simplemente me dedico a hablar de aquellos blogs que desde mi punto de vista me han llamado más la atención.


Képlanestienes: Lo que más sorprende de este blog es lo actualizado que está. Los compañeros están muy involucrados en él y nos puede servir como ejemplo a otros compañeros de lo que realmente es llevar un blog al día y con buena predisposición de hacerlo. Destaca la información que se da sobre los distintos eventos a los que se puede asistir, diciendo al lector la fecha de los mismos, dónde se encuentra, qué horario tienen…


Al Otro Lado de la Pantalla: Muy rico en contenido, con una selección de temas dedicados a la televisión tan acertados como variados. Trata desde temas relacionados con la asignatura como el de la televisión por móvil hasta otros dedicados al mero entretenimiento, donde tampoco falta el sentido del humor. ¡Muy bueno el anuncio de las ancianas con los helados!


Zoon Mediatikon: Me ha gustado mucho el contenido de este blog en líneas generales, pero de entre todos los post hay dos que me han llamado más la atención: Uno es el titulado “Peligros de las Redes Sociales”, advirtiendo de hasta dónde pueden llegar los riesgos que existen a la hora de exponer tus datos o tu perfil de cara a todo el mundo; luego también están los dedicados a los vídeos erróneos de TVE, en especial el del terremoto de Haití, que fue mostrado en clase y que muestra una tormenta que tuvo lugar hace tres años en el festival Heineken de música. Es comprensible que pueda haber errores humanos de vez en cuando pero… ¿En qué estaban pensando los de TVE cuando emitieron eso?


Mediocracias: Destaca el mero hecho de que sea un blog bilingüe, algo que le da muchos puntos. También he visto que hay una referencia a La Vida Loca a través a través de esa gran fuente de la que hemos bebido tantos fans del cine y las series de televisión que es IMDB.


eDucacción: Nuevas Tecnologías & Educación: Sinceramente, no sé qué es más impresionante, si el blog o el contenido de sus informaciones. Mi más sincera enhorabuena a los autores de este blog.


El Fin No Justifica los Medios: Muy completo y muy buenos los post dedicados al análisis de las imágenes. Destaca el post titulado “Distorsionando la realidad”, todo de un ejemplo de cómo se puede manipular a través de la fotografía.


Nunca Hagas Lo Que Yo Hice: Uno de los blogs más mencionados en esta práctica por otros compañeros y la verdad, creo que con toda la razón del mundo. Es muy personal y muy interesante, se sale de la tónica general de la inmensa mayoría. Merece la pena entrar y echar al menos un vistazo.

Películas en Castellano para Ipod y Iphone: No sabría cómo definir a este blog, pero sí que es cierto que es cuanto menos curioso. ¿Por qué hay que acercarse siempre a lo políticamente correcto? ¿Por qué no un blog de enlaces para que nos podamos descargar películas para Ipod o Iphone? Me ha gustado mucho el post en el que se comparan las películas Batman y El Caballero Oscuro.

Me hubiera encantado no dejarme en el tintero a tantos otros títulos de los que me hubiera gustado a hablar, pero creo que tampoco es menester escribir un post interminable.

Un paseo por los blogs...


Crear un blog desde cero puede ser muy gratificante, pero crear uno nuevo cuando ya mantienes un par de ellos más, puede limitarte un poco. En cualquier caso, muchos de vosotros estaréis en mi misma situación.

Ciñéndonos a la práctica propuesta y navegando entre los blogs, hay uno, en particular, que con su nombre tan atrayente, invita a su lectura. No podía ser otro que http://4inconformistas.blogspot.com/

Respecto a calidad y diseño, destaco http://unstoppablenonsense.wordpress.com, que trata la actualidad y sus quebraderos de cabeza con un toque ácido y con un estilo propio muy marcado.

No podemos olvidar a http://misspretextos.blogspot.com/; que va más allá de las prácticas necesarias para las clases y mantiene a punto su blog.

Revista de blogs

De entre todos los blogs de clase que he podido leer, voy a destacar únicamente dos, porque, en su mayoría (al igual que éste, tampoco vamos a mentir) se centran en las prácticas obligatorias repetidas tantas veces como miembros tiene el blog.


>Comunicación 2.0 tiene un diseño muy sencillo pero nada farragoso que facilita su lectura. Me ha gustado la selección de fotos en el post Fotografías llamativas.

http://lacomunicacion2punto0.blogspot.com/

>Zoon mediatikon se actualiza con bastante frecuencia y sus post tratan de temas recientes relacionados con la tecnología.

http://zoonmediatikon.blogspot.com/


El fallo, quizás, fue, la escasa libertad dejada en cuanto al tema y objetivo del blog...


domingo, 31 de enero de 2010

La vida loca

Ya que mis compañeros han comentado todos los detalles del documental "La vida loca", yo me voy a centrar más en hablar acerca del vídeo editado en clase. Concretamente del vídeo del grupo 5.

Se abre la pieza, con el título del documental y con un sonido, que realmente capta la atención. La voz en off que acompaña a todo el reportaje, es pausada, con un buen ritmo y clara. Se entiende absolutamente todo.

Además, introducen declaraciones del artífice del documental, para darle más, realismo y más credibilidad. Ya no te lo cuenta sólo una voz en off, sino el propio creador da fe de ello.

La pieza hace una crítica de la forma de retratar de Christian Poveda: "El lado humano de las personas, no es precisamente lo que más se conoce de ellas. La otra cara de la moneda, lo que de verdad preocupa a las autoriades, los actos violentos, brilla por su ausencia".

Sólo añadir, que la duración de los videos en Internet importa mucho. Los vídeos de más de 3 minutos en la mayoría de las ocasiones, repelen las visitas. Este en cambio, tiene una duración idónea: Dos minutos, once segundos. De momento tiene 108 visitas y por sus carácterísticas, obtendrá muchas más. ¡Enhorabuena grupo 5!


Vida loca

Más de 16 meses le hicieron falta a Christian Poveda para grabar las imágenes de La Vida Loca. Siguió a jóvenes gángsters en su día a día sin puesta en escena ni intervenciones, esto es, "cine directo".

affiche--la-vida-loca-artic.jpg "La Vida Loca" - que finalmente no fue seleccionada para el festival de Cannes- comenzó su camino gracias a su proyección en el Festival de San Sebastián.
Anunciado por la BBC como el país más violento del mundo, El Salvador no es seguramente el lugar donde nos gustaría pasar las vacaciones, porque allí la única realidad que se impone es la violencia en su apogeo. Una violencia que viven cada día miles de hombres y mujeres. Informar sobre esta soledad humana absoluta y denunciar los aspectos de una política en exceso represivo es lo que se propone esta película de gran intensidad.

Se tatúan, van armados y matan a los miembros de las bandas enemigas. Su edad no sobrepasa los 25-30 años.

La muerte les espera detrás de cada esquina, una auténtica guerra de gángsters que se perpetúa en El Salavador desde hace más de 20 ans.

La vida cotidiana de los miembros de "La 18" es simple pero lejos de ser ordinaria, ya que se resume a arrestos policiales, venta de drogas, pequeños trabajos e incluso el ingreso en prisión. Estas situaciones son desveladas a lo largo del documental con escenas difíciles y crudas.


La mirada de Christian Poveda es tan puntiaguda como la aguja con la que se tatúan casi todo su cuerpo. Eso es al menos lo que siente el espectador cuando ve este documental. Más allá de las imágenes, "La Vida Loca" aporta una inmersión hasta ahora imposible en un infierno cotidiano donde la violencia es la reina y la muerte, por así decirlo, está ya anunciada.


sábado, 30 de enero de 2010

LA VIDA LOCA





El pasado 2 de septiembre fue hallado en los disturbios de San Salvador el cuerpo sin vida del fotógrafo y documentalista Christian Poveda. Tan sólo había pasado un año desde el estreno de su documental La Vida Loca, una producción dedicada a retratar la vida de los jóvenes pandilleros de El Salvador. Centrado en una de las pandillas más peligrosas del país, la Mara 18, Poveda trató de profundizar en los aspectos menos conocidos y tenidos en cuenta por las corrientes de opinión. El aspecto humano mostrado, los sentimientos expresados y la muestra de una imagen que va más allá de los estereotipos, hacen ver al espectador que al fin y al cabo los miembros de las maras salvadoreñas no son más que víctimas de un sistema que les fuerza a convertirlos en lo que son, miembros de unas violentas pandillas enfrentadas entre sí.


Si bien las representaciones más comunes que se tienen acerca de estas bandas son la de los conflictos violentos y la de una lucha aparentemente irracional, en este documental la violencia brilla por su ausencia. La vida cotidiana de sus miembros, el sentimiento de la pertenencia a un grupo social, los problemas con la justicia o los intentos de reinserción son los que ocupan la mayor parte del metraje.


Pero el problema de este documental quizá se encuentre en el desequilibrio que aun sin ser del todo intencional el autor nos muestra con el paso de los minutos. Lo que comienza siendo una producción dedicada a la suscitación del debate sobre la posible reinserción social de los pandilleros de El Salvador, acaba convirtiéndose en un eje de buenos y malos que puede crear complicidad en el espectador. Los miembros de la Mara 18 muestran sentimientos, unión y espíritu de superación, pero muchos de sus logros se ven mermados cuando de repente la banda enemiga, aquella que permanece escondida y a la que prácticamente no se hace ninguna referencia, acaba con la vida de alguno de los protagonistas. Y es que aunque Poveda no tuviera demasiadas opciones de cara al retrato de otra pandilla que no fuera la M18, su asesinato, posiblemente realizado por miembros de una mara, da mucho que pensar sobre este aspecto del documental.


La repercusión de La Vida Loca no ha estado exenta de opiniones y debates acerca de la reinserción social de estos jóvenes. El asesinato de su autor no solamente ha alimentado aun más este debate sino que ha conseguido que llegue a tener una repercusión global.







E. Pérez Sánchez

lunes, 18 de enero de 2010

Análisis de una fotografía


El análisis denotativo de esta imagen de diciembre de 2009 publicada en el Diario Público, indica que el peso visual de la imagen se sitúa en el recuadro inferior izquierda con una llamativa imponente figura cardenalicia. Parece que la imagen sí ha sufrido alguna modificación, posiblemente desenfocándo a Rouco Varela, dándole más protagonismo a la multitud.

El análisis connotativo demuestra que el fotógrafo de la agencia EFE ha querido imprimir su carácter subjetivo en la imagen, ya que desde mi punto de vista, todas las fotografías son subjetivas, ya que al realizar el encuadre, se está sesgando la realidad.
La figura de Rouco, tal como aparece en la imagen, bien podía representar, que además de ejercer su función de líder espiritual, hace incursiones en materia política. Parece recordar a los grandes discursos de los líderes políticos a lo largo de la historia.




Práctica: comentario de una fotografía


La fotografía escogida para este comentario está dividida claramente en dos partes: en el área derecha podemos observar una mujer de rasgos étnicos mestizos que camina con el rostro descubierto, mientras que junto a ella, en el lado izquierdo, se aprecia una mujer musulmana que lleva un velo integral de color negro (burqa) que impide que podamos conocer sus rasgos. Ambas caminan por el barrio de Belsunce en Marsella (Francia).

La imagen está tomada por un fotográfo de la Associated Press en verano de 2009, a raíz de la declaración del presidente francés, Nicolas Sarkozy, indicando que el burqa "no es bienvenido en el territorio de la República", y publicada en diciembre del mismo año por Le Figaro para ilustrar un editorial sobre el mismo tema.

En la instántanea llama la atención del espectador el increíble contraste entre ambas mujeres que caminan al mismo tiempo en una calle marsellesa, con lo que el fotógrafo ha pretendido acentúar la denuncia sobre el integrismo islámico que obliga a llevar esta prenda recubriendo todas las partes del cuerpo, incluidos los ojos y las manos, y cómo supone una paradoja en una democracia continental donde lo más habitual (y también lo más lógico) es que las mujeres vistan libremente sin ocultarse tras su vestimenta, como hace la de derecha de la fotografía.

Pensar en imágenes

Me entero, a través de los paupérrimos informativos de Antena 3, de que Los abrazos rotos ha obtenido el premio de la Crítica de EE UU. No suelo comulgar con las galas y los premios cinematográficos, pero me sorprende tal decisión. Este último filme de Almodóvar, escribí en su momento, "muestra a un cineasta incapaz de conectar la forma (tan impecable que resulta recargada) con un desarrollo argumental dramático que deja no pocos cabos sueltos".

Me explico. Pedro Almodóvar, que es un director hábil a la hora de fusionar originalmente el surrealismo con la vida cotidiana (recuerden ¿Qué he hecho yo para merecer esto?), la experimentación formal con los diálogos callejeros (Todo sobre mi madre)…, piensa cada vez más en imágenes. Hay en Los abrazos rotos (2009) dos secuencias representativas de ese mirada que abunda en la profusión de citas, guiños y gustos por el metacine (a la manera de Hable con ella o La mala educación). En primer lugar, me refiero al doblaje que la barriobajera femme fatal Lena (interpretada por una trivial Penélope Cruz) hace de sí misma delante de la pantalla, metáfora efectista y efectiva de la multiplicación de su dolor (tanto la mujer real como la filmada son agredidas psicológica y físicamente por un magnate celoso y posesivo). Luego está esa despedida absolutamente brutal y conmovedora que se materializa en el beso del cineasta protagonista (interpretado por otro trivial Lluís Homar) a la imagen congelada y pixelada de su amada Lena que proyecta el televisor, algo que a mí me recuerda al portento visual de Videodrome (Cronenberg).

Sin embargo, en Los abrazos rotos la impecable forma resulta, a veces, recargada o inútil, pues no conecta con un desarrollo argumental que deja muchos cabos sueltos. Así, la supuesta pasión que quema a los dos amantes resulta inverosímil (o, cuanto menos, apagada). Y el guiño que hace Almodóvar a sus propias Mujeres al borde de un ataque de nervios (¿autohomenaje o nostalgia de aquellos tiempos tan sustanciosos?) no está bien suministrado a lo largo del filme, alargando en exceso, tras la tragedia de Lena, el final. Un final que hubiese ganado mucha más fuerza materializándose en el aludido beso congelado.

Hay precisamente en la última parte de esta película, que parece desarrollarse en torno a las confesiones de sus personajes (la idea es que expulsen, como en los primeros filmes de Saura, sus fantasmas internos), un giro desequilibrante del guión… o una especie de recurso explicativo cogido por los pelos para dar a los espectadores una información que todavía no conocen. En esta secuencia, ni siquiera los agudos movimientos de la cámara de Almodóvar (que siempre ha buscado en sus obras –hay que decirlo– los máximos recursos expresivos posibles) alrededor de sus personajes logran remediar la rotura definitiva de la película, personificada en la inevitable sobreactuación de esa estupenda actriz que es Blanca Portillo.

¿Dónde estaba yo en el 69?

Ayer lloré revisando, en Digital +, Grupo salvaje, la obra maestra de Sam Peckinpah. ¿Hay algo más salvífico en el arte –y en la vida– que una confesión entre dos forajidos amigos? (¡Ah, ese huir de todo, salvo de los tuyos!). Saliendo de un poblado azteca, cualquier fémina nativa regala una flor al profesional de la violencia interpretado por Ernest Borgnine, quien, tras haberla cogido, no sabe qué hacer con ella encima de su caballo… Hay en el rostro de Borgnine una ternura desbocada, crepuscular, propia de unos seres nihilistas que están dispuestos a morir (y así lo hacen) cuando uno de los suyos está siendo torturado. “¡Queremos a Ángel!”.

“Nosotros no somos como él; somos ladrones, pero no ahorcamos a nadie”, dice el personaje de Borgnine, refiriéndose a un sanguinario general, en otra escena de Grupo salvaje (1969). Exactamente. Ellos (los forajidos) están al margen de ese poder que ahorca y tortura incluso en democracias tan consolidadas como EEUU. Nuestros héroes del Oeste matan para robar. Roban para sobrevivir. Y mueren matando. Es esa la única forma de vida que conocen. Una forma de vida que tal vez no sea la más indicada para un hombre… No obstante, lo que subyace tras la pandilla salvaje, liderada por un soberano William Holden, es un código moral (sentido de responsabilidad colectiva, amistad…, frente al dinero) que pone en tela de juicio a esas asquerosas gentes de orden que contratan a cazadores de recompensas para no mancharse las manos. Dicho de otro modo: Peckinpah, un cowboy tan romántico, salvaje y atemporal como sus personajes, redime en el ser humano (cruel por naturaleza) la capacidad de comportarse hasta el final de acuerdo con sus propias reglas. Esta idea la ejemplifica muy bien Kris Kristofersson en Pat Garrett y Billy the Kid (1973): “Los tiempos habrán cambiado, pero yo no”. ¡Toda una bomba de relojería para la modernísima sociedad norteamericana!



Una metapelícula
¡Cuántas veces te has emocionado con la matanza final de este western, que representa el ocaso de una mirada y de una manera honesta y solidaria de vivir, tanto en la pantalla (recordemos que por aquel entonces ya empezaban a hacer mella los entretenidos pero a menudo paupérrimos spaghetti westerns de Sergio Leone) como en la vida! ¡Y cuántas veces volverías a emocionarte revisando el filme al lado de una esplendente chica! Sería como rodar un universo (la vida en su máximo apogeo: el cuerpo femenino) dentro de otro universo (el cine). Oirías los suspiros, el pulso acelerado, el vuelo del clínex…, en la butaca de al lado. Y asociarías para siempre esa escena real –miras de reojo– con el montaje vanguardista de Peckinpah (cámara lenta, planos cortos…), que nos permite apreciar muchos puntos de vista: alguien muere (ves cómo la bala atraviesa la carne: hay diminutas gotitas de sangre en el rostro; en el cine, la crueldad humana no se había manifestado hasta entonces de una manera tan impactante) y justo en ese momento dos niños se abrazan… y la chica –¿quién?– que tienes al lado se refugia en tu pecho.

¿Qué más, incluso tú, podrías pedir?

miércoles, 13 de enero de 2010

Un año sin publicidad en France Télévisions

Pocas semanas después de la supresión total de la publicidad, TVE se consolida como cadena líder. El mismo día de Año Nuevo en el que ha entrado en vigor la disposición que obliga a la radiotelevisión pública española,se cumple un año desde que nuestros vecinos franceses hiciesen lo propio en France Télévisions, una reforma imprevista entonces y decidida personalmente por el presidente de la República. La única diferencia entre ambos casos es que en el francés la supresión de los anuncios es gradual: desde 2009, no se emite publicidad a partir de las 20.00 horas (que es cuando comienza el prime time en Francia), y en 2011, la prohibición se hará extensiva a toda la parrilla de las cuatro cadenas públicas (France 2, France 3, France 4 y France 5).


Se puede, pues, hacer un pequeño balance de lo que ha supuesto este primer año sin spots en el horario de máxima audiencia y cómo TVE puede aprender de las experiencias extranjeras.


Aunque France Télévisions "nunca sacrificó un programa basándose exclusivamente en la audiencia", según su director general, la ausencia de la presión comercial de los anunciantes ha permitido que se hagan apuestas más osadas, como la programación de las fiestas de fin de año: "Le Bourgeois gentilhomme" o "Carmen" nunca hubieran sido programadas con publicidad porque su audiencia es muy limitada. Resultado: el espectáculo vivo (teatro, ópera...), los documentales, las ficciones históricas (como "Luis XV") han sido reforzados en 2009.


La oferta cultural, que ya antes era significativa (sobre todo en la cadena Arte), se ha enriquecido y se ha vuelto más visible para el espectador. El 75% de los franceses se dice “satisfecho” con la medida. Y la audiencia ha acudido a la cita, a pesar de que las cadenas comerciales han multiplicado las series americanas en prime time. Del mismo modo, el resto de programas fue adelantado alrededor de quince minutos, provocando que, por ejemplo, los telediarios de las cadenas comerciales hayan perdido fuelle (todos comienzan a las 20.00) porque la telenovela de gran éxito nacional Plus belle la vie empezó también desde enero de 2009 a emitirse a las 20.10…

martes, 12 de enero de 2010

Dulce condena

Telecinco se desmelenó en esta pasada Navidad, ofreciéndonos -en horario de máxima audiencia: pasadas las 10 de la noche- dos obras punteras del último cine patrio: El laberinto del fauno (brillante filme de Guillermo del Toro, 2006) y El orfanato (J. A. Bayona, 2007). Me centraré en ésta última, pues es la que pude volver a ver.

El flashback del escondite inglés que ilustra el comienzo de la historia, y que se vuelve a repetir –de un modo real-mente escalofriante– al término de la misma, condensa el contraste definitivo y definitorio de la filosofía de El orfanato. En la ópera prima de J. A. Bayona conviven, con resentimiento por ambas partes, la infancia robada y la madurez temeraria que transmite, con una simple mirada, Belén Rueda. Porque, como decía el transgresor poeta Leopoldo María Panero en El desencanto (Jaime Chávarri, 1976), "En la infancia, vivimos; después, sobrevivimos".

¿Qué es lo que más me llama la atención en este viaje a las entrañas del Nunca Jamás? La amalgama de influencias que utiliza Bayona, sin concesiones a la señora urticaria, para describir todo tipo de situaciones escatológicas (cómo olvidar a aquella madre que, en su empeño de asir la Verdad, es capaz de respirar polvo cadavérico) y terroríficas. Una amalgama de influencias concentrada –a modo de metáfora– en los retales de la lynchiana máscara del hijo de nuestra heroína.

Eso sí, a pesar de la elegancia que transmite El orfanato (¿o la playa de Llanes?), me da la impresión de que Bayona, afanado en moldear la psicología sobrecogedora y estéril del personaje de Belén Rueda, olvida el tratamiento de personajes importantes. Así, su propio marido (Fernando Cayo) permanece extrañamente evadido –la pérdida (¿o mutación?) de su retoño requeriría todo lo contrario– durante la mayor parte del metraje.

Por otra parte, el guión es bastante previsible desde el momento en que la viejecita (¿por qué el género no actualiza sus arquetipos?) visita la mansión. Y, si echamos la vista atrás (ya he dicho que Bayona no se esfuerza en ocultar sus inevitables referentes), hace cuarenta años Ibáñez Serrador consiguió, sin ningún tipo de artificio, enclaustrarnos en una Residencia que parecía... ¡una miniatura de aquel terrorífico país nuestro!

No obstante, con el debutante (no olvidemos este dato) Bayona el retorno a las entrañas del Nunca Jamás está garantizado. Otra cosa es que la estancia en ese doloroso pero nutritivo territorio sea duradera…

lunes, 11 de enero de 2010

Realismo posmoderno

Antonio Martínez Sarrión (poeta, ensayista y memorialista ejemplar) escribe en su dietario Esquirlas (Alfaguara, 2000):

En el terreno de la información audiovisual y en este país al menos, lo ágil se ha confundido siempre con lo atropellado, vociferante, zafio, propagandístico o chapucero.

A uno se le vienen a la cabeza infinitud de ejemplos (los reportajes estrafalarios de Antena 3, que invitan más a tomarse a una copa que a reflexionar; los telediarios de Telemadrid, que confunden la información con la opinión; la jungla hipermoderna de Sé lo que hicisteis, programa de La Sexta... y la mayor parte de series actuales) que corroboran las palabras de Sarrión.

Centrándonos en las series actuales (Física o Química, de Antena 3, sería el paradigma), no suele el formato de éstas (tan dadas al discurso moralizante chanflón, a la voz en off remachada por musiquitas de videojuegos, a las líneas narrativas conectadas a partir de últimas frases, poses o tics) ajustarse al séptimo arte, deudor de una fórmula literaria llamada elipsis que obliga a contar sólo lo estrictamente necesario. Ni un plano de más, ni un plano de menos.



Sin embargo, hay más de una obra cinematográfica que pretende emular el estilo atropellado de las series. En ese sentido, recuerdo (remontándome unos meses atrás), por ejemplo, el guión (y el filme en su totalidad) de Qué les pasa a los hombres (cuyo título original, He’s just not that into you, viene a decir Él no está interesado en ti), basado en una obra de Grez Behrendet y Liz Tuccillo (guionistas de la serie Sexo en Nueva York). Al parecer, se trata de uno de esos vulgares best-seller de auto-ayuda que tanto gustan a los treintañeros (de la clase media-alta, en este caso) emocionalmente escasos.

A ese estereotipo responden en el filme los protagonistas, encarnados por rostros donosos y conocidos (Scarlett Johansson –a años luz de Match point o Lost in translation–, Jennifer Connelly, Jennifer Aniston, Drew Barrymore…). Son personajes sin matices, mal dirigidos, como tantos otros de la vida misma. Pensándolo bien, tan realista es el filme que se permite el lujo de introducir entrevistas a la gente de la calle con el fin –imagino– de objetivar lo que se está viendo. Para que todos ustedes se reconforten en las desgracias ajenas, en la igualdad de caracteres…, pese a que una semana más tarde probablemente hayan olvidado (¡como en la vida!) el título y el argumento.

Tan realista es esta comedia –decía– que la cámara del director Ken Kwapis apenas se mueve sola durante los 129 minutos del metraje, salvo en una escena final (jugando con unos espejos). Porque la puesta de escena es la vida misma. Un pub novísimo, una oficina confidencial, una calle de diseño, un salón amenizado por los teléfonos móviles (tan traicioneros). Para qué forjar un travelling, si pueden marearse, y las palomitas cada vez están más caras… Para qué interrumpir con una elipsis el discurso, si aquí vienen, en fin, a entretenerse. Como cuando espían (o ponen a parir) al vecino.

El profesor Rellán

No hace falta que revisemos Sangre de mayo (el último –e irregular– filme de Garci, basado en La Corte de Carlos IV y El 19 de marzo y el dos de mayo, segundo y tercero de los Episodios nacionales escritos por Pérez Galdós) para descubrir a un actor de reparto que impulsa la elevación de la obra a través de una finísima declamación que roza el esperpento sin perder credibilidad alguna. Me refiero, claro está, a Miguel Rellán (Tetuán, 1943), un artista que ejemplifica a la perfección las tres premisas básicas que, según Ángel Fernández-Santos (el mejor crítico de cine que parió este país), poseen los auténticos actores, esos que se curtieron en el teatro: 1) “el pleno dominio en las tomas largas”; 2) “la precisión y velocidad de sus réplicas, lo mismo cuando les toca decirlas –ya que por oficio son expertos en crear ritmos dentro de sus verbalizaciones– que cuando se callan y es el turno de hablar del o de la colega que tienen enfrente”; y 3) “la posesión del gesto total, de manera que en el cine se adueñan sin discusión de los planos generales, esos que les permiten expresarse con todo el cuerpo.” De ahí el conocido dicho bergmaniano: “Llevan serrín en las venas.”

Actor (o, mejor dicho, autor, pues todas sus apariciones poseen una luz propia) de fuste, enamorado de su oficio, que hace grandes a los personajes principales que acompaña, Rellán nunca ha pretendido saltar al estrellato (ni maldita falta que le hace), labrándose así una carrera limpia (y contradictoria, en el mejor sentido de la palabra) de la que debe sentirse orgulloso.

Me explico. Podría parecer, a primera vista, que el físico austero, concentrado y demasiado común del tetuaní frena la simpatía del espectador. Sin embargo, yo estoy convencido de que una de las claves de su singular personalidad gravita precisamente en esa tristísima mirada. He aquí una de las contradicciones que me encantan: En lugar de encarnar a personajes blandengues que no necesitan registro alguno, Rellán ha sabido imprimir un humor inteligente (en la línea de Rafael Azcona, padre de guionistas y otras criaturas con miradas encendidas) al benévolo fantasma de El bosque animado (J. L. Cuerda, 1987), al ratero reciclado en ayudante del detective Alfredo Landa en El crack (J. L. Garci, 1981) o al despiadado comerciante de Sangre de mayo (J. L. Garci, 2008). Tampoco me olvido, amiguitos, de Félix Torán o, lo que es lo mismo, del Profesor Bacterio.

A propósito: ¿Por qué no imparte Rellán clases de dicción a esos novísimos actores que sólo imprimen escotes, abdominales y tics excesivos en sus personajes? Que vuelvan los “Compañeros” (una serie de Antena 3 que me gustaba, porque, más allá del inevitable componente comercial, abordaba temas de interés social sin caer en el morbo; ahora, en cambio, es difícil ver en la parrilla nocturna algo que no esté relacionado con el sexo sin protección) si es preciso: No puede romperse la más hermosa tradición de un oficio coral que odiamos (sé de muchos que se resignan a ver su papel representado encima del escenario) y amamos (gracias a la singular finura de gente como Rellán) a partes iguales.


El profesor Rellán, en la serie "Compañeros".